Rodrigo era un hombre joven y con la vida resuelta; a sus 27
años era millonario y vivía solo, porque sus padres murieron y lo dejaron bien
acomodado. Era arrogante y prepotente y no trabajaba; una noche de brujas iba
por la calle cuando vio que con motivo de Halloween, había un mercado donde
sobresalía la carpa de una mujer que decía era una bruja.
Él no creía en brujas, pero decidió que era buen momento
para comprobar que todo era una farsa. Cuando llegó se encontró en una carpa
oscura donde unas velas alumbraban una mesa donde se encontraba una anciana que
lo invitó a sentarse. A Rodrigo le pareció una mujer repugnante y cuando ella
le preguntó: ¿Qué es lo que quieres saber? Sólo le contestó: "Vengo a ver
cómo te equivocas".
La bruja respiró y le supo decir quién era él, pero sin
olvidar recordarle que siempre pasaba por encima de todo y todos, sin
importarle nada; y sin decirle que nadie se burlaba de ella, por lo que al día
siguiente viviría el día de muertos en carne propia.
Rodrigo se marchó asustado y ni siquiera le pagó a la mujer
aquella de nombra Mandrágora; se resistía a creer en lo que le había dicho,
pero no podía evitar sentir miedo, así que empezó a ingeniar una idea para no
morir en esa noche de brujas.
El joven regresó a su casa y se juró a sí mismo que no
moriría por un accidente y que probaría a la mujer estar equivocada. Ordenó a
sus sirvientes que quitaran todo lo que pudiera ser peligroso en la casa; cerró
el paso del gas, el agua, se quitaron lámparas y objetos de vidrio; sintió que
solo estaría más seguro, así que ordenó a todos marcharse y pidió al mayordomo
amarrarlo a la cama para que no pudiera pararse y sufrir algún accidente; su
empleado lo hizo.
Llegada la noche y pensando en que ya había salvado su vida,
pues sólo faltaba un minuto para que la noche del 31 de octubre terminara,
Rodrigo fue testigo de cómo del enchufe de la pared salían grandes chispas,
¡había olvidado cortar la luz! Desesperado pedía ayuda, pero no podía
desatarse, el fuego se acercaba y él sólo lograba escuchar la risa burlona de
una mujer que parecía venir desde el mismo infierno.
0 comentarios:
Publicar un comentario