El recién ascendido al trono
Luis XII de Francia estaba interesado en una liga con el Papa, por lo que procedió a congraciarse con éste otorgando a su hijo un título nobiliario: el 25 de septiembre de 1498, el embajador francés en Roma entrega las patentes reales a César nombrándole
duque de Valentinois, siendo a partir de entonces conocido como
duca Valentino.
César marcha a Francia por vía marítima desembarcando en Marsella el 19 de octubre. Se dirige a
Chinon para encontrarse con el rey, pasando por
Aviñóny
Lyon. Recibido por Luis XII, el rey le expone a César su deseo de hacerse con el
ducado de Milán, para lo cual le es conveniente una coalición con los
estados pontificios.
Para estrechar aún más el pacto con los Borgia, el rey promueve el matrimonio de César con una noble,
Carlota de Albret, hermana de
Juan III de Albret, rey de Navarra, con la que se desposa el 10 de mayo en
Blois, enlace que cuenta con la presencia de los reyes y la celebración de un
torneo donde César rompe cuatro lanzas.
Poco después es nombrado administrador de las posesiones de los Borgia.
Mientras tanto, Luis había acordado una alianza con la
Señoría de Venecia, cosa que facilitaba sus propósitos de adueñarse del Milanesado. Igualmente, se acordaba entre la corona francesa y el papado un plan de cooperación militar, que implicaba que César dirigiría un contingente para apoyar al ejército de invasión francés, y una vez realizada la conquista, el rey aportaría tropas que secundarían la labor del ejército papal en la conquista de los estados de la Romaña, los cuales Alejandro VI albergaba la esperanza de unificar legándole a sus descendientes un principado en Italia.
Así pues, en el verano de 1499, César acompañó al ejército francés, encabezado por el rey en persona dispuesto para la
toma de Milán, con un grupo de cien
lanzas.
Con la llegada al poder de Julio II y el conflicto por los estados de la Romaña, los Reyes Católicos le llegan a ofrecer tropas del reino de Nápoles para recobrar para la Iglesia, Imola, Forli y Cesena que el Duque de Valentines tiene usurpado.
Una noche de octubre de 1506 se descuelga de la torre con la ayuda de un criado, pero es descubierto y la soga cortada. El destino quiere que un magullado César consiga escapar a lomos de un caballo. La reina
Juana I ordena prenderle y pone precio a su cabeza.
Con intención de embarcar para llegar a
Navarra, César llega a Medina del Campo fingiendo ser un mercader de grano y de allí va a
Santander, donde se disfraza y acompañado de unos comerciantes vascos embarca en un navío, pero el estado de la mar le impide continuar más allá de
Castro Urdiales. En esta localidad alquila tres mulas al convento de Santa Clara y pasa por
Bermeo,
Vergara,
Atallo y el puerto de
Azpíroz, hasta llegar el 3 de diciembre a
Pamplona, su antigua sede episcopal, donde es acogido por su cuñado el rey de Navarra, Juan de Albret.
Desde 1452, Navarra estaba en
guerra civil entre dos facciones opuestas: los
agramonteses, partidarios de los reyes Juan y Catalina, y los
beaumonteses, partidarios del condestable del reino, el
conde de Lerín. César se pone al servicio de su cuñado el rey Juan de Albret, quien lo nombra condestable y generalísimo o capitán de los ejércitos de Navarra.
Su primer objetivo militar es la conquista de la plaza beaumontesa de Larraga y, ante un fracasado intento, pasa a la villa de
Viana en posesión del conde de Lerín. En marzo decide conquistar la villa y lo consigue, aunque no el castillo. En la noche del 11 de marzo de 1507, se desata una gran tormenta y César ordena retirar la vigilancia de la villa, lo que es aprovechado por sesenta jinetes del conde de Lerín, posiblemente con la colaboración de algunos vecinos, para evadir el cerco, entrar en la fortaleza a través de una
poterna o pasadizo de las murallas, llamada tradicionalmente «Puerta del Socorro», y abastecer a sus defensores con víveres para un mes más.
Al amanecer, la guardia ve cómo los jinetes abandonan el castillo en dirección a Mendavia y dan cuenta a César Borgia. Éste, encolerizado al sentirse burlado y humillado se pertrecha, toma las armas y un caballo y se lanza en su persecución por el Portal de la Solana. César no se percata que ha dejado atrás a su guardia y a sus soldados hasta que llega al término conocido como «La Barranca Salada».
César murió durante una emboscada a traición, en Viana, el 12 de marzo de 1507. Su cadáver fue encontrado al pie de La Barranca Salada. Fue enterrado en la
Iglesia de Santa María, en Viana. Su epitafio rezaba:
Aquí yace en poca tierra
el que toda le temía,
el que la paz y la guerra
en su mano la tenía.
¡Oh tú, que vas a buscar
dignas cosas de loar!
si tú alabar al más digno
aquí para tu camino,
no cures de más andar.
Una noche de octubre de 1506 se descuelga de la torre con la ayuda de un criado, pero es descubierto y la soga cortada. El destino quiere que un magullado César consiga escapar a lomos de un caballo. La reina
Juana I ordena prenderle y pone precio a su cabeza.
Con intención de embarcar para llegar a
Navarra, César llega a Medina del Campo fingiendo ser un mercader de grano y de allí va a
Santander, donde se disfraza y acompañado de unos comerciantes vascos embarca en un navío, pero el estado de la mar le impide continuar más allá de
Castro Urdiales. En esta localidad alquila tres mulas al convento de Santa Clara y pasa por
Bermeo,
Vergara,
Atallo y el puerto de
Azpíroz, hasta llegar el 3 de diciembre a
Pamplona, su antigua sede episcopal, donde es acogido por su cuñado el rey de Navarra, Juan de Albret.
Desde 1452, Navarra estaba en
guerra civil entre dos facciones opuestas: los
agramonteses, partidarios de los reyes Juan y Catalina, y los
beaumonteses, partidarios del condestable del reino, el
conde de Lerín. César se pone al servicio de su cuñado el rey Juan de Albret, quien lo nombra condestable y generalísimo o capitán de los ejércitos de Navarra.
Su primer objetivo militar es la conquista de la plaza beaumontesa de Larraga y, ante un fracasado intento, pasa a la villa de
Viana en posesión del conde de Lerín. En marzo decide conquistar la villa y lo consigue, aunque no el castillo. En la noche del 11 de marzo de 1507, se desata una gran tormenta y César ordena retirar la vigilancia de la villa, lo que es aprovechado por sesenta jinetes del conde de Lerín, posiblemente con la colaboración de algunos vecinos, para evadir el cerco, entrar en la fortaleza a través de una
poterna o pasadizo de las murallas, llamada tradicionalmente «Puerta del Socorro», y abastecer a sus defensores con víveres para un mes más.
Al amanecer, la guardia ve cómo los jinetes abandonan el castillo en dirección a Mendavia y dan cuenta a César Borgia. Éste, encolerizado al sentirse burlado y humillado se pertrecha, toma las armas y un caballo y se lanza en su persecución por el Portal de la Solana. César no se percata que ha dejado atrás a su guardia y a sus soldados hasta que llega al término conocido como «La Barranca Salada».
César murió durante una emboscada a traición, en Viana, el 12 de marzo de 1507. Su cadáver fue encontrado al pie de La Barranca Salada. Fue enterrado en la
Iglesia de Santa María, en Viana. Su epitafio rezaba:
Aquí yace en poca tierra
el que toda le temía,
el que la paz y la guerra
en su mano la tenía.
¡Oh tú, que vas a buscar
dignas cosas de loar!
si tú alabar al más digno
aquí para tu camino,
no cures de más andar.