EL
ROSEDAL
EN LA CIMA
DE LA FAMA
Chile,
Puerto Montt, año 1960, el rosedal abre de nuevo sus puertas al público
interesado en ver a bellas mujeres bailando, cantando, o incluso exhibiéndose
como llegaron a este mundo en alcobas privadas, puerto Montt se podía comparar
con Santiago en aquellos tiempos, el rosedal atraía a todo soltero e incluso a
todo casado, la belleza de Tamara Hernández era lo que a todos atraía, pero
como no contar a sus amigas y compañeras Inés Ovalle, marcela Carvajal, Odette
Tagle, Irene Souza, las 5 mejores y más hermosas de todas, todas naturales,
pero con bastantes problemas, se esforzaban bastante por sobresalir, pero para
algunas de ellas no era suficiente.-
Un día,
llega a estos lugares un hombre, con pañoleta verde, ojos cafés, cabello negro
y traje que hacia lucir que era de la aristocracia puertomontina, era Enrique Austero, un hombre el cual la
plata le sobraba, lo primero que dijo al entrar a lugar fue: ¡que! ¿¡acaso en
este lugar el cliente tiene que hacer el trabajo del mozo!? ¡que alguien me
traiga una silla! Todos se quedaron mirando, Tamara, mirando al hombre con cara
de desprecio, le respondió: muévete vos po’ , aquí nadie es tu sirviente. El
hombre al oírla indignado le reprendió: ¡usted solo baila! ¡así que cállese!
Aparte ¿no es que el cliente siempre tiene la razón?, Enrique, ingenuamente
creyendo que había ganado, se aparto un asiento y se sentó, al terminar el
espectáculo pago bastante bien por una cita privada en una alcoba con Tamara.
La bella
bailarina oyó la noticia y fue directo a su alcoba. Y le dijo: ¿tú qué haces
aquí?.El, firmemente decidido le contesto: mejor cállate, que te voy a
reprochar. Cuando Tamara contó esto nadie creía que ese hombre había pagado
tanto solo para reprocharla, en todo caso, cada uno es como quiera ser.-
FIN
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06/09/2013 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DE SEBASTIAN Y/O PAIVA (cuento original de sebastián antonio alonso paiva hernandez)